martes, 25 de octubre de 2016

Momentos de éxtasis

Viajar mirando por la ventana, en los asientos individuales.
Viajes largos en tren, del lado de la ventana, por supuesto.
 El chocolate cuando estoy triste,
 El chocolate cuando estoy bien.
Probarme un perfume,
acercar mi muñeca a mi nariz cada dos por tres.
Dormir muy tapada, casi asfixiándome,
dormir en los días fríos,
dormir profundo, dormir la siesta, dormir.
Dibujar los costados de mis hojas,
dibujar hojas enteras.
Dibujar mujeres tristes, dibujar animales.
Sacarme el corpiño después de un día largo,
bañarme con agua muy caliente.
Sentir el olor a lluvia, sentir la lluvia en mi cara.
Sentir la brisa cuando llevo mucho abrigo.
Los días nublados y fríos,
el cielo gris.
Improvisar, cantar sobre mi día, sobre mi angustia.
Escribir un poco para aflojar el peso de esta gran mochila en mi espalda,
el peso de todo el dolor que siento a diario.
Maquillarme de mil maneras.
Leer novelas de terror.
Descubrir nueva música.
Sacarme las zapatillas.
El helado de frambuesa.
Mate cocido.
Lavarme la cara.
La borrachera del viernes, la resaca del sábado.
Los perros gordos, los perros enanos, los perros compañeros.
Estirar mi espalda.
Terminar el día.