domingo, 13 de diciembre de 2015

Nadie te entiende.
Contás y nadie te entiende.
Y das explicaciones,
que a nadie le importan.

Les decís que te falta de aca,
y te falta de allá.
Y que no parás de llorar,
y nadie entiende.

Porque no lo viven,
porque no lo sienten,
lo que sufre tu cabeza,
tu pobrecita cabeza.

Día tras día despertando y viendo,
que todo eso que viste dormido,
eran sólo sueños,
y seguís sumido en ellos.

Y tu vida es otra
tan diferente.
Mirás a tu alrededor,
y pensás en la muerte.

Porque no aguantás más,
otro día desgraciado,
en un mundo que te ha pisado,
en una vida que tanto has llorado.

¿De dónde sacás el optimismo?
¿Te nace realmente sentirlo?
¿Cuánto más podes resistir?
¿Cuándo llegará el alivio?